Agencias de seguridad en peligro

Esquema para destripar a los organismos de control federales pone en riesgo a los trabajadores

Cuando una explosión en la refinería BP-Husky en Oregón, Ohio, se cobró la vida de Max y Ben Morrissey , hermanos de sangre y miembros del USW, en septiembre de 2022, los trabajadores sabían que una investigación completa de la tragedia era la mejor manera de honrarlos y hacer que su lugar de trabajo fuera más seguro.

Los miembros del Local 1-346 buscaron la única agencia federal con la habilidad y la tenacidad para hacerlo: la Junta de Investigación de Riesgos y Seguridad Química de EE. UU., conocida como CSB.

La CSB investiga incidentes relacionados con productos químicos, emite informes detallados sobre lo que salió mal y recomienda medidas para prevenir futuros desastres. Desde su creación en 1998, la agencia ha investigado casi 180 incidentes que incluyeron más de 200 muertes y miles de millones de dólares en daños a lugares de trabajo y comunidades.

A lo largo de su historia, la CSB ha emitido más de 1,000 recomendaciones destinadas a mantener a los trabajadores estadounidenses más seguros. El presupuesto de la agencia el año pasado fue de 14,4 millones de dólares y emplea a un personal de solo 50 personas, lo que significa que eliminarlo ahorraría al gobierno una fracción minúscula de su presupuesto de más de 7 billones de dólares, al tiempo que pondría a los estadounidenses en mayor riesgo.

“Sabes que solo quieren encontrar las respuestas”, dijo Kyle Downour, presidente de la unidad del Local 1-346 en la refinería de Oregón. Trabajó en estrecha colaboración con los investigadores y dijo que los miembros del USW pudieron plantear preguntas y participaron en cada fase de la investigación. “No quieres que nadie más pase por esto”.

Eliminación de protecciones

A pesar de la protesta de los sindicatos, incluido el USW, grupos industriales, grupos de seguridad, legisladores y organizaciones ambientales, la administración Trump quiere abolir la CSB para 2026, un objetivo que no logró en su primer mandato.

El esquema es parte de una campaña más amplia para destripar las agencias que son esenciales para mantener seguros a los trabajadores, incluida la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH) y la Administración de Seguridad y Salud Minera (MSHA).

Si bien las cuatro agencias tienen roles separados, juntas componen una red de seguridad esencial para los trabajadores.

“El asalto infundado de la administración a las agencias federales de seguridad pone en peligro a los trabajadores y las comunidades”, dijo el presidente internacional David McCall.

En mayo, una coalición de sindicatos, organizaciones sin fines de lucro y grupos de la industria demandó a la administración por lo que el grupo llamó un “cierre ilegal” de las operaciones de NIOSH.

“Los trabajadores han luchado demasiado por estas protecciones críticas” como para verlas desaparecer de un plumazo, dijo la presidenta de la AFL-CIO, Liz Shuler.

Más de 5,000 trabajadores estadounidenses mueren en el trabajo cada año, mientras que se estima que 135,000 sucumben a enfermedades ocupacionales.

Llamados al cambio

Tras la tragedia en la refinería de Ohio, la CSB recomendó mejoras radicales en las operaciones de la refinería. También pidió mejoras de seguridad en toda la industria e instó a dos organizaciones comerciales, el Instituto Americano del Petróleo y la Sociedad Internacional de Automatización, a ayudar a impulsar prácticas más seguras entre sus miembros.

Del mismo modo, luego de una explosión masiva en 2019 en la refinería de Philadelphia Energy Solutions, la agencia pidió mejores salvaguardas y tecnología actualizada para proteger a los trabajadores y las comunidades circundantes del desastre.

Hallazgos que salvan vidas como ese “duran para siempre”, ayudando a más trabajadores cada día, dijo el presidente del Local 248, Bob Garrou, quien trabaja en una instalación de Packaging Corp. of America (PCA) en Tomahawk, Wisconsin.

En 2008, tres de los compañeros de trabajo de Garrou murieron y un cuarto sufrió lesiones cuando un tanque que contenía agua reciclada y desechos de fibra explotó durante las reparaciones de soldadura.

‘Nos abrió los ojos’

Después de una investigación, CSB advirtió a las empresas papeleras y a los trabajadores de todo el país sobre la naturaleza inflamable de la pulpa en descomposición, un peligro previamente no reconocido.

“No piensas que la madera podrida sea explosiva, pero lo es”, dijo Garrou, quien se asegura de que todos los trabajadores recién contratados en PCA entiendan el peligro y cree que sus contrapartes en otras instalaciones están más seguros hoy debido al trabajo de la CSB.

“La CSB realmente nos abrió los ojos”, dijo. “La CSB me educó y me dio muy buenas herramientas para educar a mis miembros”.

Para Garrou, el impulso para eliminar las agencias de seguridad como la CSB no se trata de recortar el presupuesto, sino del deseo de la administración Trump de ayudar a las corporaciones a tomar atajos siempre que puedan.

“Se pagan a sí mismos todos los días”, dijo Garrou sobre los expertos de la CSB. “No puedo creer que estén en el tajo”.