La guerra de Musk contra los veteranos

Por David McCall
Presidente Internacional del USW

Bob Kaldahl recordó cómo los aviones de combate aceleraban sus motores con un chillido agudo antes de catapultarse desde el USS Shangri-La, produciendo vibraciones tan intensas que sentía como si tuviera “hormigas arrastrándose” en sus oídos.

Kaldahl desempeñó sus funciones como técnico de control de incendios sin ningún equipo de protección personal asignado y sufrió una pérdida auditiva permanente mientras servía a bordo del portaaviones en la década de 1950.

El hombre de 93 años siempre soportó sus dificultades con orgullo, sin esperar ver el día en que el gobierno se volviera contra patriotas como él.

Pero eso es exactamente lo que sucedió. Elon Musk, un multimillonario enloquecido, declaró la guerra a los héroes de Estados Unidos, presionando para recortar decenas de miles de empleos cruciales en el Departamento de Asuntos de Veteranos y poniendo en peligro los programas que mantienen a muchos con vida.

Musk, un apéndice no electo y que no rinde cuentas a la administración Trump, lanzó una campaña de tierra quemada que continúa reduciendo a escombros enormes franjas del gobierno federal. El VA es solo uno de los objetivos de Musk, y sus ataques al departamento se producen en un momento en que cada vez más veteranos requieren atención debido a dolencias contraídas en Vietnam, Irak y otras zonas de combate.

“No tiene por qué estar allí en absoluto”, dijo Kaldahl sobre Musk, quien nunca se puso un uniforme, pero se convirtió en la persona más rica del mundo aprovechando las oportunidades y libertades que le brindaron quienes lo hicieron.

“Serví cuatro años para proteger nuestra democracia, y luego dejaron que alguien como él entrara y se hiciera cargo y hiciera las cosas que ha hecho. Es inconstitucional, inaceptable y repugnante”, agregó Kaldahl, un ex miembro del sindicato United Steelworkers (USW) que trabajó para Erie Mining Co. en Hoyt Lakes, Minnesota, después de ser dado de baja de la Marina.

En total, el VA tiene la intención de despedir a más de 80,000 trabajadores, muchos de ellos veteranos, en los próximos meses.

Los ex miembros del servicio en todo el país ya sienten las repercusiones, que incluyen recortes en los programas de transporte para veteranos discapacitados, reducción del apoyo telefónico para los cuidadores y el aplazamiento o cancelación de capacitaciones para la prevención del suicidio.

Otros veteranos informan de la cancelación de grupos de terapia y tiempos de espera más largos para las citas, así como interrupciones en los estudios médicos, incluido un ensayo clínico sobre un nuevo medicamento con el potencial de tratar los cánceres de boca y garganta. Algunos establecimientos eliminaron a miembros del personal especialmente capacitado o certificado para desempeñar determinadas funciones, lo que retrasó la requisición y la entrega de suministros médicos.

Como siempre sucede en medio de las torpes redadas de Musk, los recortes en el VA comenzaron sin la menor previsión o sensatez. Entre muchos otros ejemplos, los funcionarios cancelaron sumariamente cientos de contratos con proveedores externos, solo para reducir inmediatamente la decisión imprudente después de darse cuenta de que necesitaban ayuda para realizar trabajos esenciales como el reclutamiento de médicos y los servicios de entierro.

Kaldahl, quien recibe audífonos, atención oftalmológica y otros servicios del VA, tiene que viajar a ciudades más grandes, como Superior, Wisconsin, o Minneapolis, para recibir atención que no está disponible en una clínica cerca de su casa.

Si bien aún no sabe cómo podrían afectarlo los recortes al VA, dice que quiere que la agencia construya el servicio, no lo revierta.

“Me gustaría ver más programas a nivel local”, dijo, señalando los riesgos que implica viajar a las instalaciones de VA a cientos de millas de distancia durante los inviernos de Minnesota.

Hace tres años, los demócratas en el Congreso aprobaron la Ley PACT, que amplió drásticamente la atención del VA para los veteranos que contrajeron una amplia gama de cánceres y otras enfermedades debido a la exposición al Agente Naranja, pozos de quema, uranio empobrecido y otros peligros.

Los veteranos elogiaron la ley por llenar un vacío descuidado durante mucho tiempo. Pero los recortes de Musk ahora amenazan esta atención justo cuando un número creciente de veteranos intenta aprovecharla.

“Si estuviste expuesto, deberías contagiarte”, declaró Frank Bystrzak, un veterano activista del Local 135L del USW en Tonawanda, Nueva York, cuyo padre fue uno de los primeros marines en pisar tierra en Vietnam.

Bystrzak elogia el cuidado de Buffalo VA por su padre, que tiene cáncer y otras dolencias. Pero el centro ya parece tener poco personal, dijo Bystrzak, y le preocupa que los recortes en cualquier departamento resulten en tiempos de espera más largos para citas, medicamentos y otros servicios.

“Los médicos son excelentes, pero sin personal de apoyo, no pueden hacer mucho”, dijo Bystrzak. “No se puede volar el avión sin los mecánicos”.

En los últimos años, el USW aumentó el apoyo a los trabajadores con antecedentes militares, estableciendo comités de Veteranos del Acero en todos los sindicatos locales y abogando por proyectos de ley a nivel estatal y local para apoyar a las familias de militares.

Es frustrante para Bystrzak, quien abogó por esta legislación y se ofreció como voluntario para proyectos de servicio que involucran a veteranos, ver que el gobierno abandona a los ex miembros del servicio mientras otros dan un paso al frente para ayudarlos.

“Se merecen todo lo que reciben y más”, dijo Bystrzak.

Igual de irritante es la audacia con la que Musk, indiferente a los sacrificios y luchas de los veteranos, empuña su motosierra. Se abrió camino en el gobierno federal, montando su ataque desde una ciudad que es el cuartel general de las fuerzas armadas y alberga numerosos monumentos que conmemoran su servicio desinteresado.

Kaldahl recordó los vítores que él y otros veteranos recibieron mientras recorrían los monumentos de guerra en Washington hace varios años como invitados de una organización llamada Honor Flight Network. Entre otros puntos destacados, un comité de bienvenida recibió a los veteranos cuando aterrizaron en el Aeropuerto Nacional.

Esas personas lo trataron a él y a los otros veteranos como “realeza”, dijo Kaldahl.

Musk actúa como si fueran carne de cañón.

“No puedo entender por qué los republicanos están dispuestos a permitir que eso suceda”, dijo Kaldahl.