Es mejor en una Unión

El USW organiza una gira en autobús de la AFL-CIO para promover a los sindicatos y luchar contra Trump

Los miembros del USW ayudaron a la AFL-CIO a iniciar una gira en autobús a favor de los sindicatos en julio con manifestaciones en Pittsburgh y Newport News, Virginia, denunciando los ataques de la administración Trump a los derechos laborales, la seguridad, Medicaid y los servicios para veteranos.

La gira en autobús por 26 estados , “Es mejor en un sindicato: luchando por la libertad, la justicia y la seguridad”, reunió el poder de la solidaridad y envió un mensaje claro a Trump y sus lacayos republicanos en el Congreso: los trabajadores están hartos y luchando.

Los oradores señalaron que los sindicatos no solo brindan a los trabajadores libertad para organizarse y garantizar la equidad en el lugar de trabajo, sino que también brindan seguridad en medio de los ataques de Trump.

“Es fácil desanimarse”, dijo Kayla Flowers, miembro del Local 3657 que trabaja en el Departamento de Salud, Seguridad y Medio Ambiente del USW, a cientos de trabajadores que asistieron a la manifestación de Pittsburgh el 21 de julio.

“Pero tenemos algo que ellos no tienen”, agregó. “Nos tenemos el uno al otro. Tenemos el movimiento obrero. Tenemos un sindicato fuerte”.

La AFL-CIO lanzó la gira en autobús justo cuando los republicanos aprobaron un proyecto de ley de gastos federales que recorta Medicaid tan profundamente que se espera que le cueste a unos 12 millones de estadounidenses su seguro de salud y ponga en peligro cientos de instalaciones de salud.

“Este proyecto de ley no se trata de equilibrar el presupuesto o ayudar a los trabajadores. Se trata de dar más dádivas de impuestos a los ricos a expensas de todos los demás”, dijo el presidente internacional David McCall en el evento de Pittsburgh, señalando que los recortes a Medicaid, los programas de apoyo alimentario y otros salvavidas financiarán una redistribución masiva de la riqueza que beneficiará a los multimillonarios.

Erin Gurley, asistente médica en el Centro de Salud Squirrel Hill en Pittsburgh, le dijo a la multitud que una cuarta parte de sus pacientes dependen de Medicaid.

“No dejarán de enfermarse”, observó Gurley, quien votó junto con 40 compañeros de trabajo para unirse al USW el año pasado. “¿No es el acceso a la atención médica un derecho humano?”

Ese proyecto de ley de gastos dañinos representa solo una parte del amplio asalto de Trump a las familias trabajadoras.

Despidió a un miembro de la Junta Nacional de Relaciones Laborales, paralizando los esfuerzos de la agencia para responsabilizar a los empleadores.

Destruyó el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional y reveló planes para abolir la Junta de Investigación de Riesgos y Seguridad Química. Incluso recortó las multas emitidas por la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional, donde Flowers trabajó una vez, invitando a los jefes a tomar atajos y poner en riesgo la vida de los trabajadores.

“Los ataques a la salud y seguridad de los trabajadores han sido constantes en los últimos seis meses, y hay más por venir”, advirtió la vicepresidenta internacional Roxanne Brown el 12 de julio en Newport News, la primera parada de la gira en autobús.

Newport News es el hogar de 10,000 miembros del Local 8888 que realizan trabajos críticos pero peligrosos en la fabricación de portaaviones y submarinos para la Marina. La aniquilación de las agencias de seguridad por parte de Trump hace que los trabajos de los miembros del sindicato sean aún más peligrosos, dijeron Brown y los miembros del Local 8888 en la reunión.

“La triste verdad, como todos sabemos, es que a Trump no le gustamos”, dijo el vicepresidente del Local 8888, Kenny Lewis, un constructor naval de tercera generación, instando a los trabajadores a dar un paso adelante y defender sus derechos como las generaciones anteriores de miembros del sindicato.

“Mi abuelo hizo lo que tenía que hacer. Mi padre hizo lo que tenía que hacer. Ahora, depende de nosotros hacer lo que tenemos que hacer”, dijo.

Líderes de la AFL-CIO, funcionarios a favor de los trabajadores y miembros de varios otros sindicatos se unieron a las manifestaciones, donde los oradores también arremetieron contra Trump por despojar a los trabajadores federales de sus derechos de negociación colectiva, diezmar los servicios para veteranos y recortar los fondos de investigación a las universidades.

“Qué declaración tan increíblemente poderosa estamos haciendo juntos aquí”, dijo la presidenta de la AFL-CIO, Liz Shuler, quien acompañó el autobús a Pittsburgh. “Los trabajadores ya han tenido suficiente”.

Brown preparó a los miembros del sindicato para el duro trabajo que tenían por delante.

“Tú devuelves el golpe”, dijo. “Tú te relajas”.