USW honra a Casey y Brown con los premios Conway

Con la voz quebrada por la emoción, el presidente internacional David McCall presentó el miércoles el primer Premio Thomas M. Conway a la Trayectoria al ex senador Bob Casey de Pensilvania.

Cuando Casey subió al escenario, un foco de atención se posó sobre una bandera estadounidense detrás de la tribuna, una de las banderas presentadas a la familia de Conway por el destacamento de la guardia de honor en el servicio conmemorativo que siguió al fallecimiento del difunto presidente internacional del USW en 2023.

“Quiero agradecer a la familia Conway”, dijo Casey, “por darnos a Tom Conway”.

Casey compartió el premio inaugural con su colega exsenador de EE. UU., Sherrod Brown de Ohio, quien, al igual que Casey, se unió al Senado en 2007 y sirvió hasta enero de 2025.

Amigos y colegas durante 18 años, la pareja luchó incansablemente por los problemas más importantes que enfrentan los miembros del USW, incluidos los derechos de los trabajadores, la atención médica asequible, el comercio justo, la seguridad en el lugar de trabajo y la seguridad en la jubilación.

La Junta Ejecutiva Internacional del USW votó a favor de establecer la tradición de presentar el premio Conway a los campeones del trabajo en cada convención del USW.

Brown, en un discurso en video, agradeció a los miembros del USW por su compromiso con los derechos de los trabajadores, llamando la atención sobre el pequeño alfiler de canario que ha usado en su solapa todos los días durante 25 años, un símbolo de lo que alguna vez fue uno de los pocos equipos de seguridad proporcionados a los trabajadores mineros.

“Simboliza todo lo que hace este sindicato, luchar por la justicia”, dijo Brown.

Brown continúa esa lucha, dijo, con el establecimiento del Instituto Nacional de Dignidad del Trabajo, una organización sin fines de lucro dedicada a asegurarse de que la economía priorice a los trabajadores.

En un discurso personal, Casey recordó a los delegados que su padre, cuando era gobernador de Pensilvania en 1992, dedicó una estatua llamada “El trabajador de Pensilvania”, que durante 18 años estuvo fuera de la residencia del gobernador en Harrisburg.

La estatua estaba destinada a celebrar a los trabajadores que construyeron la nación y que lucharon para asegurarse de que los trabajos que realizaban estuvieran acompañados de buenos salarios y beneficios, así como de dignidad y justicia.

“Ninguna de esas cosas podría haber sucedido”, dijo Casey, “sin los hombres y mujeres de acero”.