Una bifurcación en el camino

Por David McCall
Presidente Internacional del USW

Kevin Ziegelbauer mira hacia el estacionamiento de la fábrica de papel Ahlstrom en Kaukauna, Wisconsin, y vislumbra más que filas de camionetas nuevas.

Ve el poder de los trabajadores que se unen para construir una vida mejor.

Ziegelbauer, presidente del Local 7-2-20 del sindicato United Steelworkers (USW), atribuye la alta calidad de vida de sus compañeros de trabajo a un contrato sindical que los ancla en la clase media a pesar de la desigualdad económica que azota a todo Estados Unidos.

El 5 por ciento más rico de los estadounidenses ahora controla dos asombrosos tercios de la riqueza de la nación, un desequilibrio que se amplió drásticamente durante la pandemia a medida que millones de familias trabajadoras comunes se quedaron aún más atrás.

Nada dejaba al descubierto el abismo entre los pocos mimados y las masas trabajadoras como las fotos y videos de los tres oligarcas más grandes del país codeándose sin preocuparse por la toma de posesión de Donald Trump.

Con una riqueza combinada de más de medio billón de dólares y contando, Elon Musk, Jeff Bezos y Mark Zuckerberg personifican la insidiosa huida de la lucha conjunta, el poder compartido y los valores ampliamente sostenidos que construyeron Estados Unidos. Junto con otros multimillonarios y corporaciones que cosechan ganancias récord a costa de los trabajadores, están socavando rápidamente los cimientos democráticos de la nación y convirtiendo la tierra de los libres en un feudo para los ricos.

La acción colectiva sigue siendo el único camino verdadero para reequilibrar la balanza y salvar a la clase media, que abarcaba al 61 por ciento de los estadounidenses en 1971 pero se redujo a solo el 51 por ciento en 2023.

Algunos trabajadores comienzan a trabajar en Ahlstrom creyendo que “o eres rico o eres pobre”, dijo Ziegelbauer, quien rápidamente explica cómo el sindicato los empodera para luchar por más.

“¿Creen que la compañía quería darles estos beneficios?”, pregunta a los recién llegados, enumerando una lista de victorias en el USW.

El año pasado, por ejemplo, los trabajadores entraron en negociaciones decididos a obtener una mayor parte de la riqueza que generan para su empleador. En todos los sentidos, lo lograron.

“Nos llevó mucho tiempo, pero terminamos con lo que creemos que fueron los mejores aumentos que hemos negociado”, recordó Ziegelbauer, y agregó que el contrato también mejoró el pago de fin de semana e incluyó otras disposiciones para mejorar el nivel de vida de los trabajadores.

“Nuestro equilibrio entre el trabajo y la vida personal no era el adecuado. Usamos eso como una herramienta de negociación. No podían negarlo”, dijo sobre la gerencia, señalando que la compañía necesita seguir reclutando y reteniendo trabajadores.

Ese fuerte contrato sindical beneficia a todo Kaukauna, una ciudad de unos 18.000 habitantes en el centro-este de Wisconsin.

Los miembros del Local 7-2-20 pagan impuestos para apoyar a las escuelas, los servicios públicos y las comodidades, incluido un centro ambiental y una zona de conservación. Patrocinan los negocios locales. Contribuyen con tiempo y dinero a proyectos cívicos como un banco de alimentos y Toys for Tots, animando a sus vecinos.

Y sus altos salarios obligan a otros empleadores a mantener el ritmo, lo que ayuda a explicar por qué el ingreso medio de la ciudad es más alto y la tasa de pobreza más baja que las cifras estatales y nacionales .

Lamentablemente, los maníacos súper ricos se oponen a toda prosperidad excepto a la suya propia.

Las enormes pilas de dinero nunca serán suficientes para saciar a personas como Musk y Bezos. Al igual que los barones ladrones de la última Edad Dorada, también anhelan la lamentable satisfacción que proviene de enseñorearse de su riqueza, doblegar a los demás a su voluntad y reinar sobre una sociedad jerárquica.

A lo largo de los años, Musk vilipendió a los sindicatos, la mayor fuerza igualadora en Estados Unidos, y sugirió que los trabajadores de una de sus plantas automotrices perderían las opciones sobre acciones si se sindicalizaban.

Amazon, la empresa fundada por Bezos, ataca con saña las campañas sindicales de los trabajadores preocupados por las cuotas de rendimiento opresivas y las condiciones de trabajo inseguras, llegando incluso a publicar mensajes antilaborales en los baños .

Los dos magnates incluso acudieron a los tribunales para tratar de matar a la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB, por sus siglas en inglés), establecida hace décadas para hacer cumplir la ley laboral que permite a los trabajadores sindicalizarse y negociar colectivamente. Y mientras su campaña de tierra quemada continúa, Trump paralizó la NLRB, despidiendo a dos altos funcionarios y dejándola sin quórum, días después de su toma de posesión.

Como si todo eso no fuera lo suficientemente nefasto, Musk se abrió camino en el círculo íntimo de Trump y comenzó a recortar departamentos, programas y empleos federales. Sus secuaces enviaron un correo electrónico, con el asunto “Una bifurcación en el camino”, a decenas de miles de trabajadores gubernamentales sindicalizados y no sindicalizados el 28 de enero, exigiendo que renunciaran o se arriesgaran a ser expulsados.

Es un frente más en la creciente guerra de los oligarcas contra el trabajo. En este momento, decenas de millones de trabajadores estadounidenses se encuentran en una encrucijada, sus derechos de sindicalización y negociación, las protecciones de seguridad en el lugar de trabajo, la voz en el trabajo y la seguridad de la jubilación están en riesgo si elitistas como Musk comienzan a arrollar los derechos laborales.

“Si los sindicatos se van, las empresas van a tener el control total”, dijo Ziegelbauer, advirtiendo que es más importante que nunca que los trabajadores se unan, salvaguarden sus derechos laborales y reconstruyan la clase media.

Esa lucha está en marcha.

Miles de trabajadores, incluidos miembros del USW, se reunieron el martes en Washington, D.C., para protestar por los ataques de Musk y ponerlo en su lugar. Fue un recordatorio conmovedor de que los estadounidenses comunes forjaron esta nación con solidaridad y equidad de sudor, el tipo de riquezas más allá del alcance de un multimillonario narcisista.

“Ese no es un comportamiento extravagante”, dijo Ziegelbauer sobre la búsqueda de Musk para subyugar a los trabajadores. “Eso es malvado”.